Mas allá del impacto positivo directo sobre los alimentos producidos en forma ecológica es necesario tener muy presentes los beneficios ambientales que este sistema de producción genera sobre: La biodiversidad y el paisaje. Los recursos genéticos agrícolas son más abundantes incluyendo insectos y microorganismos de la flora y fauna. Hay una menor riesgo de erosión, más actividad biológica y reciclado de nutrientes. Mejor estructura de los suelos mayor abundancia de hongos micorrízicos simbióticos; esto se ha probado recientemente en la EEA La Consulta.
Menor drenaje de sustancias químicas a las aguas superficiales y subterráneas; menor nivel de transformación y oxidación de nitrógeno.
Menor emisión de gases de invernadero; no hay deriva de productos químicos a los sectores rurales, periurbanos y urbanos. Se refuerza el secuestro de CO2. Menor uso de energía directa e indirectamente. Mayor aprovechamiento de la energía dentro de la propia finca (reciclaje). Mayor protección animal en las granjas agroecológicas.
Este sistema de producción no sólo protege al medio ambiente sino al trabajador, mejorando sus condiciones laborales, ya que no está expuesto a peligros de envenenamiento con agroquímicos, proveyéndole una remuneración justa acorde a sus producciones.
Más allá del alimento en sí los productos orgánicos tienen muy pocos aspectos negativos y muchos positivos, tales como la biodiversidad, el cuidado del agua, del suelo, el aire, y el clima. Esto genera una alta vinculación con el bienestar: el sentirse bien de las personas. Este es un atributo de calidad total muy pocas veces evaluado pero muy sentido por quienes se involucran en alguna etapa de la cadena productiva y de consumo.
fy;”>Para concluir, es interesante conocer el señalamiento de uno de los documentos de la FAO:”Debido al compromiso de reducir el empleo de sustancias químicas en la cadena alimentaria orgánica que llega al consumidor, puede que sean necesarios nuevos métodos y criterios para garantizar la frescura y la inocuidad, habida cuenta del aumento de los periodos de almacenamiento y de la mayor longitud de las cadenas de transporte en la comercialización de estos alimentos. Esta tarea exige una investigación intensiva, apoyo e incentivos apropiados, que con el tiempo beneficiarán a la producción tanto convencional como orgánica”.